Somos seres relacionales. ¿Qué quiere decir esto? Estamos en constante interacción con el mundo que nos rodea, el que va a influir en la manera en la que nos comportamos y sentimos pero que a su vez se verá modificado a partir de nuestro existir y manera de ser en el mundo- todo el tiempo me estoy relacionando, con el mundo o conmigo mismo. Bajo esta lógica de entendimiento, los problemas no se instalan dentro de la persona sino que en las relaciones que ésta establece, estando estas contextualizadas en un momento histórico y vital particular, desde una perspectiva e historia de vida única. En la práctica, emerge la posibilidad de atender problemas a nivel individual, familiar o en pareja, entendiendo que no existe una persona que sea o que tenga el problema, sino que este se instala como parte de un funcionamiento en un determinado dominio de existencia:  familiar/ laboral/ de pareja/ en la relación con uno mismo, etc.